Hace... ¿tanto?
Cuando tenía 17 años mi vida era muy distinta. Recuerdo con cariño que durante el verano el tiempo era mucho más vasto, más generoso conmigo. Dedicaba tardes enteras a ver películas que rentaba o a ir al cine, y ver cuanto cine pudiera. Desubrí tantas cosas viento esas películas... Recuerdo pefectamente estar sentado en la sala de la casa, en tardes lluviosas, y ver a mi abuelo pasar a mi lado y no entender por qué veía una película japonesa, rusa o francesa.
Creo que la imagen de mi abuelo y las películas engloba muchas cosas. Eran buenos tiempos, en los que no me daba cuenta cuan buenos eran. Lo mismo pasa ahora. Vaya, mis tardes de verano son como las de otoño, invierno o primavera; sentado frente a una pantalla, sin mucha opción de movimiento. Sin embargo, de pronto rento una película, voy al cine o simplemente me acuerdo, y estoy bien.
Creo que la imagen de mi abuelo y las películas engloba muchas cosas. Eran buenos tiempos, en los que no me daba cuenta cuan buenos eran. Lo mismo pasa ahora. Vaya, mis tardes de verano son como las de otoño, invierno o primavera; sentado frente a una pantalla, sin mucha opción de movimiento. Sin embargo, de pronto rento una película, voy al cine o simplemente me acuerdo, y estoy bien.
2 Comments:
El pasado es la patria de muchas personas.
saludos
Que cariño de tu abuelo!!!
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