9.21.2005

Nicolás

Nicolás roza la vejez, y ahora como siempre, lleva sobre su lomo un terrible miedo de vivir. Desliza por el jardín sus cansadas patas, su cabellera roja, sus largas orejas. Por las noches decide que es un buen momento para charlar con la luna. Le habla sobre su temor a las abejas, a los aviones, al jardinero y a mi madre. Cuando a la mitad de la noche escucho esto, decido prender un cigarrillo y acompañarlo. Pobre, espera que la luna le conteste y no sabe que esto nunca pasará. Los dos lloramos la noche juntos; él por lo frío del adoquín, yo por su soledad, por lo triste que se pone por casi nada.

No conozco a nadie tan melancólico - y miedoso - como Nicolás. Le he preguntado el por qué, y sólo dice que extraña a su madre y a Chucha, su amiga. Creo que estaba enamorado de ella. Sé que así será el resto de su vida, que simplemente esperará el paso del tiempo, de cada minuto y cada segundo. Ojalá aprendiera a mover la cola y ser feliz como los demás perros. Ojalá y todo mundo pudiera ser feliz y mover la cola, como los otros perros.

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Cómo me gustaría acompañarlos a contemplar la luna y, de paso, le enseñaría a Nicolás cómo dialogar con ella, pero me es imposible romper ese pacto que hicimos hace tiempo.

Si le sirve, dile a Nicolás que hablaré con ella y veré qué puedo negociar para que no se sienta tan solo.

septiembre 21, 2005 7:20 p.m.  
Blogger Nadal said...

Muchas gracias Remedios. Yo le digo a Nicolás, que seguro te extraña.

septiembre 22, 2005 9:49 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Sé que Nicolás me extraña. Lo que no sé es si lo volveré a ver... no lo sé.

Diles a Lola y a Nina que lo abracen de parte mía.

septiembre 22, 2005 11:49 a.m.  
Blogger Larha said...

Nadal qué bien escribes. Al leerla transmites la tristeza. Precioso.
Muchos besos.

septiembre 22, 2005 12:15 p.m.  
Blogger Nadal said...

Terriblemente amable Sinmas, y sin querer entrar en el terreno de las adulaciones, debo decirte que soy tu admirador. Saludos

septiembre 22, 2005 4:44 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Nicolás, mi Perro que Nunca Fue.
yo también te extraño

septiembre 27, 2005 11:44 a.m.  

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