Y todas las cosas...

Estoy desvelado. Ayer llegaron mis accidentes genéticos (mi familia) de Villahermosa. La primogénita se gradúa de snob, y todos vienen al triunfal acto. Claro está que estos peculiares personajes no podían dejar pasar la noche sin decaer un poco más de mi gracia, ya que decidieron cenar junto a mi madre (cada día considero más la posibilidad de ser adoptado) a la 1 de la mañana en la cocina, que está al lado de mi cuarto.

Por si lo anterior fuera poco, hoy por la mañana pretendí hacerme de desayunar, sólo que al abrir el refrigerador había un déficit importante. Los cabrones son imprudentes y tragones. ¿Por qué yo? ¿Qué hacer? Espero se vayan pronto y me dejen solo con mis manías...

Si alguien me quiere adoptar, adelante.