Guía Práctica Para Volverse Loco. Capítulo 3. Puntos de Vista
Alguna vez te lo dije y no me arrepiento. Las cosas se dicen en su momento, cuando se sienten, ¿no? Eso es lo que siempre dices. Sin embargo, cuando me acuerdo se agrieta mi pecho y las ideas se erosionan. Me quedo en blanco, así nomás, así como si no hubiera nada adelante ni atrás.
Alguna vez te lo dije y hoy que te veo emocionada, barro mis miserias y las guardo debajo de la alfombra. Me lo cuentas con tal entusiasmo que distingo entre palabra y palabra mi asuencia, y finjo compartir tu felicidad con una sonrisa forzada y una mirada despistada, que busca al guionista de esta situación para sobornarlo y rehacer la historia.
Alguna vez te lo dije porque creía que íbamos bien juntos, porque el envite no importaba y nada hacía más sentido en el mundo que quemar las naves y reir y llorar a tu lado. Lástima que no pensabas igual. Lástima que yo aún te lo diga y no me arrepienta.
Alguna vez te lo dije y hoy que te veo emocionada, barro mis miserias y las guardo debajo de la alfombra. Me lo cuentas con tal entusiasmo que distingo entre palabra y palabra mi asuencia, y finjo compartir tu felicidad con una sonrisa forzada y una mirada despistada, que busca al guionista de esta situación para sobornarlo y rehacer la historia.
Alguna vez te lo dije porque creía que íbamos bien juntos, porque el envite no importaba y nada hacía más sentido en el mundo que quemar las naves y reir y llorar a tu lado. Lástima que no pensabas igual. Lástima que yo aún te lo diga y no me arrepienta.
2 Comments:
lo meritorio aquí es eso que hiciste, el haber decidido quemar las naves. Eso es: estar dispuesto a partirse la madre por lo que uno quiere y está chingón. Qué bien que independientemente del resultado, no te arrepientes, no lo hagas nunca.
Gracias por tu visita, por acá nos leemos.
Pues sí... Soy de la idea de que hay que "arrimar el alma" como dijera el buen Emanuel. Nomás hay que lamerse las heridas y listo. Saludos Doña María.
Publicar un comentario
<< Home