4.09.2006

Guía Práctica Para Volverse Loco. Capítulo 1. Pagos Chiquitos

Él la veía. Quería que el cuarto enmudeciera, que la única voz que se oyera fuera la de sus ojos tan atentos y tan fijos y tan indefensos.

- No quiero nada más de ti. Sólo quiero que me ames - Dijo él
- ¿Quieres que te ame yo o sólo quieres ser amado, y soy la primera con la que te topas hoy? - Contestó ella
- Quiero que me ames y te ofrezco mi amor. Hoy quiero amarte a ti.
- Muy bien, si tan seguro estás, podemos negociar. No te puedo amar, porque no acostumbro hacerlo. Lo siento, así de simple. Puedes tenerme, pero eso te va a costar.
- ¿Cuánto?
- Un corazón. El tuyo de preferencia.
- ¿Sin amarme?
- Sin amarte

Sacó de su maletín una libreta y comenzó a hacer cuentas. Considerando una utilidad compuesta de atención a medias, sufrimiento y la eterna promesa inconclusa de que las cosas fueran a cambiar, era válido entrar en una historia de desencuentros que hay quien llama amor. El trato era justo.

- Muy bien, acepto.
-Déjalo sobre la mesita. Tengo que salir, no sé a qué hora vuelva - Concluyó ella.

5 Comments:

Blogger Miss Neumann said...

Sin tan facil fuera comprar corazones, yo tendria un closet lleno de ellos. (para lo que se ofrezca)

abril 10, 2006 8:30 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

No parece un trato justo... y, aún así, seguimos buscando qué comprar. Que masoquistas.

abril 10, 2006 10:38 a.m.  
Blogger Nadal said...

El problema es que así como los gatos tienen sólo 9 vidas, nosotros tenemos nomás 1 o 2 corazones para comprar... Muchas veces sufrimiento... Qué gacho.

abril 12, 2006 11:31 a.m.  
Blogger María said...

ouch.
mmm, pero es tan frío tratarlo desde esa perspectiva... como si fuera una simple y desventajosa transacción... A veces quisiera pensar que hay algo más profundo, más complejo, más metafísico en el amor, a veces no.

abril 18, 2006 6:55 p.m.  
Blogger Nadal said...

Pienso parecido... Pero igual el amor puede ser como meterte a una película: De pronto vas a encontrarte una historia de amor casi diabética, otras una de acción, y a veces una brechtiana donde hasta cuarta pared hay.

Pero igual no siempre que se habla de amor es amor, igual a veces es un complemento de patologías, a veces inseguridades, dependencias, perversiones... No sé, ¿quién diablos sabe?

abril 19, 2006 5:02 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home