Temporada de lluvias
Al regreso de mi viaje de no sé dónde a no sé por qué, encontré mi casa empapada en un llanto profundo y sentido; las esquinas de los cuartos, inconsolables, balbuceaban hilvanando palabras entrecortadas que formaban historias sin sentido. La mesita de mi habitación languideció e inmóvil soltaba pequeños sollozos, interrumpidos por la mirada inquisidora de la silla, que le reclamaba furiosa, invitando a su compañera a un envite trágico de antemano, aún sin suceder. La cama callada, con un llanto casi contenido, empapaba el colchón y humedecía de a poco hasta las patas, que temblaban privadas.
Entre olor a tierra mojada y madrugada, me fui ahogando entre las lágrimas de mi casa. Me quedé inmóvil, a la mitad de la estancia. No podía estar de otra forma, no sabía. Con el agua a la mitad del pecho, me uní al resto y abrí la válvula de las miserias y los días dislocados, los futuros entredichos, las historias enterradas por muerte natural y las que nunca debieron acabar. Se fueron por el drenaje las marcas indelebles, el olor a café de la mañana y el dulce de los labios que distraídos salieron un día por la mañana y no volvieron jamás. La media noche callada me contó tantas historias que no caben en un libro, sobre un tipo que a la distancia me parece familiar.
Entre olor a tierra mojada y madrugada, me fui ahogando entre las lágrimas de mi casa. Me quedé inmóvil, a la mitad de la estancia. No podía estar de otra forma, no sabía. Con el agua a la mitad del pecho, me uní al resto y abrí la válvula de las miserias y los días dislocados, los futuros entredichos, las historias enterradas por muerte natural y las que nunca debieron acabar. Se fueron por el drenaje las marcas indelebles, el olor a café de la mañana y el dulce de los labios que distraídos salieron un día por la mañana y no volvieron jamás. La media noche callada me contó tantas historias que no caben en un libro, sobre un tipo que a la distancia me parece familiar.
9 Comments:
¿Serán acaso las lluvias o será que tu casa es el arcón donde se guardan y esconden las nostalgias?
Me confieso adicta a tu narrativa tan llena de melancolía y surrealismo.
Nadal, ¿pudiste hablar con ellas? ¿Supiste la razón de su tristeza? ¿Qué te contaron? ¿Fue sólo que te extrañaron?
Deberías ir escribiendo, una a una, las historias que te reveló la callada media noche.
Muchas gracias Remedios. A veces creo que las paredes son un espejo, la interlocución de historias que van y vienen, que cuento y me cuentan. Pues poco a poco habrá que contarlas.
Subiela decía: "Basta que alguien me piense para ser un recuerdo"... Me da esacalofríos.
Si la cosa es como Subiela decía, entonces eres ya un recuerdo.
Espero la calma y que estés bien.
Un beso.
Después de la tempestad viene la calma, me cuentan las paredes de mi casa. Gracias Sinmás, todo en orden.
Hola Nadal,
Vine dando unas brazadas entre el agua para ver otras maneras de mojar.
Sinmas la hizo de boya.
Me gusta lo que encontre.
Un saludo,
Gab
Gab,
El viaje de Chiapas a no sé dónde es largo, aunque sé que hay atajos. Sinmás cumple una serie de funciones buenisimas en los alrededores... Suerte y gracias.
"Dicen: después de la tempestad .. sale el sol...."
"Yo digo disfruta la tempestad.. te hace sentir vivo...despues cuando sale el sol.. ves que todo lo pasado valio la pena.....por ello debes aprovecharlo..."
Mi casa tambien llora.
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